Posgrado en Clínica con Adultos.

Miércoles 20 a 21.30 hs. Mes de septiembre.

A cargo de Elena Lacombe.

Programa:

El estudio de la estructura de la fobia reviste, a mi entender, un doble interés, ambos de extrema importancia.

Por un lado, en nuestros tiempos, los sujetos que padecen fobias con un grado muy intenso de angustia, son clasificados y se autodenominan como portadores de “ataques de pánico”, término que no porta el equívoco de la plurivocidad del significante, sino que conceptualmente propaga una confusión.

Freud nos ha enseñado que el territorio que recorre y habita el sujeto del inconsciente está hecho de libido, rasgo diferencial del territorio animal. En efecto, el animal determina su territorio con gritos, deyecciones, diferentes despliegues de su parada, para allí reproducirse, siempre de la misma manera, instintiva. El humano, en cambio, en tanto hablante recorre con su cuerpo – constituido gracias a la imagen narcisista, fruto del estadio del espejo – territorios marcados por lo simbólico.

La agarofobia, la más frecuente en nuestra época, testimonia de manera ejemplar la ruptura de la articulación de ambos registros: imaginario y simbólico.
Denominar pánico a la fobia no hace más que potenciar el registro imaginario, lo que deja al sujeto en el tratamiento en un callejón sin salida.

Frente al peligro exterior inminente los animales huyen y detectan muy precozmente las señales de dicho peligro. No es la situación del fóbico, donde el peligro viene del interior, como Freud lo distinguió en relación al miedo, y la huida no es una posible solución. Se revela en la experiencia clínica que tampoco los psicofármacos.

El otro interés de revisitar la fobia es intrínseco a la teoría psicoanalítica. Freud conceptualizó la fobia en torno a la figura del padre y sus vicisitudes en el complejo de castración, consecuencia del Edipo. Lacan plantea otra lectura posible, rearticulando la cuestión del padre, a su entender, no resuelta en Freud. La comparación de ambas lecturas nos permitirá avanzar en la comprensión clínica y teórica, tanto de la fobia como la de la función paterna.

Para ello, propongo recorrer los siguientes textos:

– Freud, S.:
Las neuropsicosis de defensa.
Lo inconsciente.
Totem y Tabú, Apartado VI.

– Lacan, J.:
Clases 4 y 5 del Seminario de la Relación de Objeto referidas a la diferencia estructural entre objeto de la fobia, del fetichismo y el objeto transicional de Winnicott.
En sus Escritos la escritura de la fórmula de la metáfora paterna:
.  La instancia de la letra o la razón después de Freud
.  De una cuestión preliminar a todo tratamiento posible de la psicosis
.  Prefacio a la tesis doctoral de Anikka Rittle-Lemaire “Lacan”